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19 enero 2022
Guía de Actuación ante casos de Covid y hoja informativa sobre positivos en infantil y primaria
Hoja informativa para familias de primaria con cuarentena
Manual familias Enero 2022
03 noviembre 2020
Comunicado FAPA Cantabria y CONCAPA Cantabria muestran su hartazgo ante la situación que estamos viviendo en los últimos días
FAPA Cantabria y CONCAPA Cantabria muestran su hartazgo ante la situación que estamos viviendo en los últimos días
Desde FAPA Cantabria y CONCAPA Cantabria queremos mostrar la más absoluta INCREDULIDAD, INDIGNACIÓN E IMPOTENCIA que las familias cántabras sentimos ante la situación en la que nos sitúa la resolución cautelar que anula el establecimiento de esta semana como lectiva.
Desde que el pasado 13 de marzo se decretó la suspensión de las clases presenciales nos ha tocado asumir todas y cada una de las decisiones que se han ido tomando. Nos ha tocado seguir trabajando mientras dejábamos a nuestros hijos e hijas solos en casa, acompañando el miedo al contagio con el miedo a que les pasase algo en ese tiempo. Nos ha tocado adaptar nuestros hogares para que pudiesen
seguir lo mejor posible con una educación a distancia que no funcionaba, sufriendo además al saber que muchos de sus compañeros y compañeras se iban a quedar atrás. Nos tocó también explicarles que no podían salir de casa, que con asomarse a la ventana tenían que conformarse, sabiendo que algunos ni con eso contaban. Y lo hemos aguantado todo sin ningún tipo de ayuda para hacerlo.
Con el nuevo curso nos ha tocado el mismo papel. Hemos tenido que asumir supresión de servicios, cambios de horarios y muchas nuevas medidas (y gastos) sin que nadie contase con nuestra opinión. Hemos tenido que apechugar con todo lo que los protocolos dictaban, mientras las vidas de muchas familias se desmoronan por el azote de esta crisis. Hasta nos ha tocado ver como a nuestros hijos e hijas se les negaba el uso de parques infantiles o el poder hacer deporte al aire libre.
Y, pese a saber que no se habían invertido todos los medios necesarios, les hemos seguido llevando al colegio. Porque, aunque las familias también estamos hartas de oír que solo queremos aparcarles, hemos confiado en que eso era lo mejor para ellos y ellas. Porque consideramos que necesitan relacionarse con sus amigos y amigas y recibir una educación para su futuro, y la escuela es fundamental para ello.
Pero, sin duda, los hechos ocurridos en la última semana han supuesto para las familias la enésima bofetada de realidad. Se ha demostrado que, ni las familias ni, por desgracia, nuestros hijos e hijas, pintamos nada en todo esto. Por más que participemos en todos los foros, organismos y reuniones a los que se nos invite o en los que estemos presentes, sacrificando nuestra vida personal y familiar para ello, lo que dice la realidad es que a las familias se nos impone todo.
Lamentablemente, esto no hace sino llevarnos a un hartazgo total y, lo que es peor, a sentir como el distanciamiento entre las familias y la educación cada vez es mayor.
Por último, también nos causa una total incomprensión la resolución adoptada por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. Desde nuestro desconocimiento en materia judicial, y apoyando que el sistema judicial debe de ser el máximo garante del cumplimiento de la ley, hasta ahora entendíamos que una medida cautelar perseguía evitar un mal mayor. Sin embargo, con la resolución adoptada en este caso, decenas de miles de familias de Cantabria nos hemos quedado en la más absoluta indefensión para evitar un mal mayor que no alcanzamos a ver. La justicia nos ha dado apenas 8 horas para volver a buscarnos la vida. Como siempre.
En los próximos días, nuestras organizaciones decidirán los pasos a seguir para que, de una vez por todas, tanto las familias como la educación que nuestros hijos e hijas merecen empiecen a ser respetadas.
En Santander, a 3 de noviembre de 2020
Información de la Consejería de Educación
La Consejería de Educación nos pide que os hagamos llegar esta carta informando de la suspensión de las clases.
Estimadas familias:
El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria ha resuelto en un Auto dictado hoy, martes, suspender cautelarmente la ejecutividad del apartado primero de la Resolución del 30 de octubre de 2020, en la que se establecía que las jornadas del 2 al 6 de noviembre tendrían carácter lectivo.
El Tribunal se pronuncia después de que una organización sindical solicitase la suspensión cautelar de la modificación del calendario efectuada por el Gobierno de Cantabria, que decidió que la semana no lectiva prevista inicialmente para esta semana tuviese carácter lectivo para contribuir a frenar la expansión del coronavirus.
En consecuencia, los días 4, 5 y 6 de noviembre tendrán, a todos los efectos, carácter no lectivo.
Recibid un cordial saludo,
Consejería de Educación, Formación Profesional y Turismo
29 octubre 2020
Comunicado FAPA Cantabria ante la posibilidad de suprimir la semana de vacaciones
Desde FAPA Cantabria hemos recibido con sorpresa la posible decisión de suprimir el periodo de vacaciones escolares de la semana que viene.
Entendemos que puede ser una idea acertada aprovechar este periodo para reforzar una presencialidad que toda la comunidad educativa ha venido defendiendo en los últimos meses y que más adelante pudiera verse restringida. Sin embargo, hay varias cuestiones de esta decisión que nos producen no poca inquietud.
La primera de ellas es la premura con la que se toma esta decisión. Entendemos que nos enfrentamos a una situación extraordinaria, con un escenario que cambia de forma constante y rápida, lo cual hace muy difícil tomar decisiones alejadas de la improvisación. Pero la experiencia de cursos anteriores ya ha dejado claro que las cuestiones educativas son especialmente sensibles para nuestra sociedad, y por ello se hace necesario que cualquier medida de este tipo que se adopte cuente al menos con un mínimo debate y acuerdo dentro de la comunidad educativa, y en este caso no se ha producido.
También nos preocupa especialmente como puede afectar esta decisión a nuestros hijos e hijas. Entendemos que encontrarse con una decisión que les deja sin un descanso con el que ya contaban puede suponer un fuerte desánimo para afrontar todo lo que queda de este duro curso.
Además, nos produce malestar el hecho de que en esta decisión parece tener influencia la idea de limitar con ella la movilidad de las familias durante esta semana para frenar posibles contagios. Este curso nos está suponiendo un gran esfuerzo de adaptación a las nuevas rutinas de los centros educativos, asumiendo cambios de horarios o recorte de servicios, a lo cual hay que añadir el trabajo que hemos de hacer con nuestros hijos e hijas para que se adapten a esta nueva y difícil situación con la mejor de las sonrisas. Creemos que, en general, hemos cumplido todo ello hasta ahora con buena nota y por lo tanto nos parece muy desacertado que se pueda estar poniendo a las familias en el punto de mira.
Por último, hay que tener en cuenta que, aunque esta decisión puede venir bien a muchas familias que se iban a ver obligadas a dejar a sus hijos e hijas con sus abuelos y abuelas, también habrá otras que ya habían cogido vacaciones para disfrutar de ese tiempo en familia, pese a las restricciones existentes. Esto nos lleva a que medidas así, al final, se valoren desde un punto de vista meramente individual en lugar de educativo, lo cual imposibilita que puedan tener una aceptación social, algo que no sucedería si se tomasen de forma más reflexiva.
Por todo ello, asumiendo la lógica incertidumbre en la que previsiblemente nos vamos a mover durante los próximos meses, exigimos que se adopten las fórmulas necesarias para que decisiones como esta se tomen en los sucesivo con el máximo tiempo posible, así como con al menos un mínimo acuerdo de toda la comunidad educativa.
En Santander, a 28 de octubre de 2020
15 mayo 2020
Carta de las familias de la escuela pública al presidente de Cantabria
No podemos empezar estas líneas sin antes trasladarle el agradecimiento de las familias a todos los esfuerzos que, tanto desde las distintas administraciones como por parte del personal de los servicios públicos implicados, se está realizando desde hace más de dos meses para hacer frente a esta pandemia.
El motivo de esta carta, que remitimos precisamente en el Día Internacional de las Familias, es hacerle llegar varias preocupaciones y propuestas que consideramos necesario abordar a la mayor brevedad posible. Algunas de ellas ya se las hemos trasladado a la Consejería de Educación, pero vemos necesario ponerlas en su conocimiento como máximo representante de la comunidad autónoma, pues algunas de las cuestiones competen a más administraciones y consejerías.
La primera de ellas es solicitar que, una vez concluya el curso lectivo, se mantenga el servicio de alimentación sustitutivo del comedor escolar que actualmente se viene prestando desde la Consejería de educación con la colaboración de otras administraciones, entidades y servicios públicos. Se avecinan tiempos difíciles para la economía familiar y consideramos que es más necesario que nunca asegurar que este alumnado continúe recibiendo una comida digna al menos una vez al día también durante las vacaciones de verano.
En este sentido, también creemos necesario que, de cara al próximo curso, se haga una modificación en la cuantía económica de las becas de comedor, de forma que las que venían cubriendo un porcentaje del 75% del coste del servicio pasen a ser del 100%. Ese importe del 25% que hasta ahora venían abonando las familias puede convertirse en algo inasumible para las que se encuentren en una situación más precaria, lo que llevaría a que no se asegurase esa alimentación al alumnado que precisamente más lo va a necesitar.
Por otro lado, hemos trasladado a la Consejería de Educación la necesidad de que en el próximo curso no se produzcan cambios de libros en los centros educativos, manteniendo los que están en uso actualmente. El importe de la partida económica destinada a los bancos de recursos debería de restringirse a la compra de aquellos ejemplares necesarios por deterioro, renovación, falta de unidades, etc, así como a la compra de los recursos fungibles. El comienzo de curso supone un importante gasto para las familias, por lo que se debería de reducir al máximo el importe que se las solicita por este concepto, algo que ya es de por si una anomalía cuando la Constitución garantiza una gratuidad de la educación que no se está cumpliendo.
Esta medida, además de no suponer ningún coste al Gobierno, permitiría atender con el presupuesto aprobado al aumento de familias que va a necesitar de estas becas para que sus hijos e hijas comiencen el curso.
La última cuestión es la que necesita abordarse con mayor urgencia. Hemos pasado más de dos meses saliendo a aplaudir al personal sanitario y, por extensión, a todas las personas que, con su trabajo, han sostenido al resto de la sociedad durante este tiempo. Y, sin embargo, parece que nadie se ha preguntado quien se hacía cargo del cuidado de sus hijos e hijas mientras trabajaban, dándose la paradoja de que al temor frente a un posible contagio tenían que sumar el que produce dejarles solos en casa a una edad demasiado temprana, o que hayan tenido que apurar las normas del confinamiento para trasladarles a casa de familiares o amistades.
Y aunque ahora pueda parecer que la desescalada facilita estos cuidados por terceras personas, la reactivación laboral está suponiendo que el problema empiece a afectar a más familias, muchas de las cuales no disponen de redes familiares ni vecinales para afrontarlo. Sin embargo, tras semanas de medidas de diverso tipo para afrontar la crisis por parte de las distintas administraciones, ni una sola va destinada a facilitar la conciliación. No es algo que nos sorprenda, España ya estaba a la cola de Europa en esta cuestión y prácticamente es el único país que no ha presentando ningún plan al respecto.
Conviene recordar que la falta de medidas de conciliación sitúa a las familias (y principalmente a las mujeres) en la dura situación de tener que renunciar a trabajar para poder cuidar, lo que lleva a aumentar la precariedad de los hogares y la pobreza infantil, que ya estaba en índices preocupantes antes de la llegada de esta nueva crisis.
Por ello, queremos trasladarle la urgente necesidad de que se impulsen medidas en este aspecto, tanto en lo que se refiere a su reclamación al gobierno central, como solicitar el apoyo de las administraciones municipales (es justo reconocer que muchas de las cuales son, a día de hoy, prácticamente las únicas implicadas en dotar de programas de ocio en periodos no lectivos), pero también las que deben de surgir del gobierno autonómico.
Es necesario que se empiece a trabajar ya en medidas que faciliten la flexibilidad horaria, el teletrabajo, la adaptación de jornada, la creación de licencias retribuidas y ayudas económicas o la implantación de campus y programas de ocio acorde a las necesidades sanitarias actuales. Se pueden adoptar iniciativas desde ámbitos muy distintos que necesitan de la implicación de prácticamente todas las consejerías del Gobierno de Cantabria (servicios sociales, economía, igualdad, justicia, educación, sanidad, cultura, …), y por ello nos dirigimos a usted como máximo responsable de las mismas.
Quedamos a su disposición ante cualquier cuestión que nos quiera plantear respecto a estas iniciativas. Atentamente,
La presidenta:
Leticia Cardenal Salazar
En Santander, a 15 de mayo de 2020
documento enviado
17 abril 2020
FAPA Cantabria reivindica que, en educación, tampoco se deje a nadie atrás
10 abril 2020
Comunicado respecto al avance de materia en los centros educativos tras las vacaciones
Desde FAPA Cantabria hemos trasladado un escrito a la Consejería de Educación mostrando nuestro rechazo al avance de materia en los centros educativos planteado a partir del día 20, tras el parón vacacional.
Entendemos que, en las circunstancias actuales, está decisión es inasumible. Tras más de tres semanas desde la suspensión de las clases, hay alumnado con el que no han podido contactar sus docentes. Está cuestión ya debería de ser suficiente para reconsiderar esta cuestión.
Ya con respecto a las tareas diarias, existe un porcentaje de hogares sin acceso a internet o con conexiones muy precarias en el ámbito rural, lo que hace imposible llevarlas a cabo. Y muchas familias se conectan a través de un teléfono móvil, soporte que no resulta adecuado para muchas de las tareas, además de que puede no estar disponible durante muchas horas del día si las familias continúan trabajando. En otros casos, los dispositivos disponibles se comparten con varios miembros de la familia, lo cual supone añadir una dificultad organizativa.
También hay que tener en cuenta que en muchos hogares el alumnado no cuenta con un espacio mínimamente digno para poder realizar estas tareas con la comodidad necesaria. El reducido tamaño de algunas viviendas o la falta de una buena iluminación, una temperatura adecuada o de ventilación son circunstancias que también entorpecen que el alumnado pueda trabajar en casa.
A esto hay que sumarle que ya para las tareas diarias se hace imprescindible un apoyo cercano y muchas familias tienen una capacidad muy limitada a la hora de poder ayudar a sus hijos e hijas con aquellas partes que no entienden. Si esto ya supone muchas veces un problema cuando hablamos de los deberes en el transcurso normal del curso, la situación se ha agravado en estos días de confinamiento.
Además, estamos viviendo una situación psicológicamente muy delicada para muchas familias. La pandemia está suponiendo un drama para muchas, tanto por las propias consecuencias de la enfermedad en si, como las situaciones de incertidumbre laboral y económica, condiciones laborales precarias o aquellas personas que estos días continúan trabajando bajo altos niveles de estrés. Todo ello realizando además un esfuerzo considerable para intentar mantener la “normalidad” del hogar con sus hijos e hijas.
Por todo ello consideramos que la decisión de avanzar materia tras las vacaciones es inviable y exigimos que sea revertida. Para poder avanzar hay que asegurar que se pueda hacer con todos y todas, algo de lo que estamos muy lejos.
En estos días se están haciendo grandes esfuerzos por parte de administración, profesorado, familias y alumnado para mantener en pie el sistema educativo dentro de una situación totalmente imprevista, pero estamos muy lejos de unas condiciones que permitan avanzar. Si esto se lleva a cabo sería dejando atrás al alumnado más desfavorecido, algo que no estamos en disposición de consentir, menos aun en días en los que precisamente se nos insiste en que “saldremos de esto juntos”.
De hecho, desde que los centros empezaron a trasladar esta cuestión a las familias a finales de la semana pasada, han sido múltiples las llamadas de familias y AMPA ante la gran preocupación que ha producido esta decisión.
La consejera de educación de Asturias ya ha garantizado que no se avanzará materia mientras no se reestablezcan las clases presenciales y entendemos que esa es la postura que se debería de mantener.
También hemos mostrado nuestra discrepancia al planteamiento de que los centros puedan suprimir de las programaciones aquellos aspectos cuya adquisición sea factible en los cursos inmediatos.
Entendemos que esa reestructuración de los currículos debe de hacerse desde la propia Consejería de Educación y hacerla extensiva a los centros para que los contenidos se mantengan unificados en todos los centros. Así se garantizará la igualdad y todo el alumnado de nuestra Comunidad contará con los mismos contenidos mínimos. Además, no supondrá un problema para aquel alumnado que cambie de centro, ya que no se encontrará con contenidos que no se habían incluido en su centro anterior pero sí en el nuevo.
Por otro lado, plantear la opción de “distintas velocidades” para los centros, aunque sea por un tiempo determinado, no dejaría de ser una nueva forma de establecer sistemas de “ranking” entre ellos, algo que consideramos perjudicial para la educación pública.
En Santander, a 7 de abril de 2020
La presidenta:
Leticia Cardenal Salazar
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13 marzo 2020
#QuedateEnCasa
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